Amigos, Amigas, Lectores y Lectoras… ¡¡GRACIAS!!
Hoy, en este final de nuestro encuentro cibernético del 2011, cabe pensar sobre la manera veloz con que pasó el año, y cuánto lo aprovechamos realizando muchas cosas.
En Múltiples Miradas, algunas fueron exitosas, otras no tanto, otras están en proceso, pero ¡hicimos! y eso es lo que vale. No nos quedamos en pensamientos, en “lo voy a hacer”…
El día 19 de diciembre, tuvimos nuestra última reunión del año, nos conmovimos al estar las 12 miembros del equipo juntas, “unidas” en un propósito integrativo. Coincidiendo en que saber es “hacer con conciencia“, le agrego con “ciencia”, lo cual nos hizo poder llegar a utilizar todos nuestros talentos, que sumados, hicieron sentir sus resultados.
Entonces hoy les propongo: hagan un listado de todos los logros alcanzados durante este año que termina, y otro con los que se propongan alcanzar el año próximo, nada de quejas o frustraciones, reparen positivamente todos los obstáculos mediante nuevas estrategias que ayuden a “saltarlos” y a vencerlos.
No es una práctica fácil, ya que quedarse en la queja parecería más cómodo, pero ¡vale la pena! Será un nuevo aprendizaje para incorporar.
Pensar de una manera distinta podría ser un propósito, debido a que somos lo que pensamos.
Esta idea surge de haber analizado “patrones de respuesta” que frecuentemente utilizamos frente a diversas circunstancias que nos exigen cambios.
El abordaje a las distintas situaciones que nos toca vivir pone en marcha diferentes “actitudes”:
A veces minimizamos, otras dramatizamos o agrandamos.
A veces negamos, otras nos hacemos cargo.
A veces afirmamos con seguridad, otras no confiamos en nosotros mismos.
También sobreactuamos, o no registramos. A veces somos creativos, otras rutinarios.
Frente a determinadas circunstancias usamos nuestras capacidades, otras no nos animamos.
Cambiar códigos o sistemas de creencias no es “pecado”, es sólo atreverse, ser más valientes y descubrirnos en lo diverso.
Entonces para empezar, podríamos sorprendernos con algún detalle que nos ayude a armar un “arbolito espiritual” en donde cada adorno sea suplantado por el nombre de alguna persona querida, cercana o lejana, quizás olvidada, pero reconocida como importante y valiosa para nosotros.
Que Este árbol se encuentre ligado a tu tierra fuertemente, representando los
“lazos y vínculos” más preciados, cuyas luces serán las guías para la búsqueda espiritual.
Los abrazo con muchísimo cariño, fundado en el sentimiento troncal de la vida: EL AMOR.
Lic. Beatriz Cruces