EL VALOR DE LA VIDA

HOY NOS ASUSTA  tanta noticia que habla del poco respeto a la vida: asaltos,suicidios,drogas, alcohol, violencia, modas de estética que llevan a no pensar en manos de quien o quienes se pone ese don preciado, en aras de transformarse para ser uno más de  aquellos que buscan sólo en el afuera, sin animarse a mirarse desde adentro.

¿Será esa la manera de expresar una cultura de escaso amor a ese valor que se llama EL MILAGRO DE LA VIDA?
Adolescentes “tirando” sus días en noches y salidas que terminan en ACCIDENTES Y MUERTES, y que por distintos motivos olvidan su “sentido” dejando de lado la búsqueda más noble: tratar de conocer que deben hacer para convertirse en seres humanos.

Dijo un filósofo danés: ” la vida solo puede comprenderse hacia atrás, pero hay que vivirla hacia adelante”  pero pasa que el inmediatismo se tragó ese concepto.

Sí, hoy pareciera QUE TODO EMPIEZA Y TERMINA en un solo momento... muchos se van sin haber podido ni siquiera “paladear” un logro, una meta, y su sentido.

¿Será tan difícil responder a algo tan obvio?  ¿cuál es el sentido de nuestras vidas?  ¿qué objetivo tiene esto que se llama vivir? Quizás nadie sabe la respuesta  correcta, clarividente, pero si lo llevamos al terreno de una explicación más simple, no sería más que la búsqueda de aquello que hace que valga la pena vivir el “aquí y ahora”, que para algunos de acuerdo a sus creencias será trascender, para otros reencarnar, o dedicar sus días al altruísmo. Siguiendo ideas y pensamientos propios.

En esta perspectiva,  la búsqueda de sentido es un propósito, es un fin , lo cual nos lleva a no prescindir del cuidado a uno mismo, para proyectarnos  no solamente como una “esfinge” sino como personas humanas. Dejar de pensar solo en el cuerpo, en su perfección, en su hermosura, y empezar a pensar en el alma.
Una de las últimas víctimas del “consumismo de la imagen” se fue  dejando una familia, dejando su “sentido” de haberse propuesto tomar parte en su crecimiento, dejó un lugar que no se puede llenar sino con el AMOR, que le había dado fuerza a ese proyecto, el amor a esa familia que solamente ella sabía de su “sentido”.  Sin poder llegar a ver sus frutos, y sin haber cumplido la tarea de convertirse en persona, en la persona que solamente cada uno sabe y proyecta.
Romper con la “adicción a la cultura de la imagen” es todo un propósito: aceptar los ciclos vitales es una obligación que día a día tendra que crecer, en el compromiso con uno mismo y con los demás, sembrando semillas de aceptación para llevar una vida con sentido propio, y no impuesto desde afuera.

“QUIEN PIENSA LO MAS HONDO, AMA LO MAS VIVO.

LAS ARTERIAS SE DIVIDEN, PERO VUELVEN AL CORAZÓN,

Y  TODO ES UNA UNICA, ETERNA Y ARDIENTE VIDA”

Celebra la vida, celebra la vida,
que nada se guarda
que todo te brinda. Axel.

Beatriz Cruces