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Importancia del diálogo Familiar,
entre Padres e Hijos
La comunicación es una forma de interacción en la cual intercambiamos información con otros. Es así que está guiada por los sentimientos y por los mensajes que transmitimos y comprendemos. El diálogo en las relaciones interpersonales es importante, pero lo es aún más, la comunicación entre los miembros de una familia.
Cada familia es única, es especial y por tanto tiene un lenguaje particular. A través del diálogo, padres e hijos se conocen mejor, conocen sus respectivas opiniones y brinda la capacidad de verbalizar sentimientos, lo que favorece el vínculo, la unión y el afecto.
Es fundamental, que los padres introduzcan en el seno familiar, los mecanismos necesarios que faciliten una buena comunicación entre los miembros de su familia. Saber escuchar, hablar con el corazón, mantener una actitud asertiva y mostrar empatía son algunas de las actitudes para promover un buen clima de diálogo en el hogar.
La capacidad de diálogo entre padres e hijos, dependerá mucho de la seguridad que ambos tengan en sí mismos, por lo que es muy importante que los padres fomenten la confianza en sus hijos. Hay que tener presente que la familia es un punto de referencia para los niños y jóvenes ya que es ahí donde aprenderán a relacionarse, a dialogar y con esta capacidad, favorecer actitudes importantes como el respeto, la capacidad de admitir errores, de tolerar las frustraciones y otros muchos más valores imprescindibles en la formación de una persona.
Consejos para mejorar la comunicación en la Familia
ü Hacer cosas juntos (ir a caminar, a un espectáculo, a la cancha, cocinar, ver una película).
- Hablar con los hijos desde un lugar de padre, no de detective; y no transformar las charlas en interrogatorios.
- Permitirse recurrir a ellos para que colaboren con lo que sepan, por ejemplo la tecnología.
- Recuerda que no se trata de un vínculo amistoso. Por lo tanto, no busques aprobación ni complicidad en tus hijos en temas de pareja. No te excedas en intimidades y confesiones.
- Creer en sus posibilidades, escuchar sus proyectos, ayudar con inquietudes que los hagan reflexionar (¿cómo harías tal cosa?).
- No compares entre hermanos, valora cada quien por sus cosas positivas, que las diferencias sean sus particularidades. No te ubiques en el rol de juez de lo que tienen que resolver fraternalmente.
- Evita darle siempre las mismas respuestas para que tu hijo no piense que le quitas importancia a las cosas o que le das sermones.
- Si estás demasiado ocupado para razonar con él en ese momento, pídele que te espere diez minutos y luego no te olvides de darle las gracias por su paciencia.
- Si vas a dar información, intenta que sea siempre de una manera positiva. No busques imponerte y ofrécele conocimientos a modo de simple información.
- Haz caso a la regla “lo que se dice, se cumple” y haz que tus hijos la cumplan también.
- Intenta lograr una recíproca empatía y ubícate en el lugar de tus hijos para comprenderlos.
- No des mensajes contradictorios e intenta que sean consistentes.
- Si quieres entablar un diálogo, es importante pedirlo claramente, sin rodeos y sin que de la sensación de que se está escondiendo algo.
No culpes a nadie por los errores en la comunicación,
intenta a partir de ahora, mejorar en todo lo posible.
¡Ten paciencia y dedícale un poco de esfuerzo a la comunicación de tu familia!
Por Valentina Candini del equipo: Múltiples Miradas – valentinacandini@gmail.com
¡GRACIAS VALENTINA!
Gracias por los mails y mensajes que envían día a día, son realmente un aliento para seguir 
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