Pensamientos Sanos versus Pensamientos tóxicos

¿Existen estas categorías? Las neurociencias nos aportan mucho al respecto. ¿Cómo controlar la ansiedad? ¿Sabemos como hacerlo?

Así como existen alimentos que nos hacen mal, existen pensamientos que nos perjudican y perturban.  Aprender a dosificarlos será nuestro desafío, y aprender a transformarlos en saludables el fin de la carrera.

En el transcurso de los aprendizajes vamos introduciendo patrones de pensamientos, algunos impregnados de ideas irracionales y tóxicas sin permitirnos introducir sustituciones más sanas que den lugar a la inclusión de otras más constructivas, realistas, y positivas conducentes a una profunda paz interior que luego se pueda ver proyectada al entorno.

Se trata del poder de controlar los pensamientos, lo cual no es tarea fácil. Detectar lo irracional, lo que no nos ayuda a desarrollar una conducta “apropiada” o sea comunicar desde la idea de retroalimentar con respuestas acertadas, generadoras del “bien estar” cuyo objetivo sea “sanar” “sosegar” y “optimizar” nuevos estados de conciencia y plenitud de espíritu que puedan ser percibidos también  por aquéllos que nos rodean propiciando climas emocionales menos cargados de ansiedades.

pensa en postiviooEstando en Buenos Aires, hace pocos días pude asistir a dos talleres de nuestra especialidad,en  los cuales veíamos el resultado de algunas investigaciones acerca de medir respuestas que puedan compararse entre: pensamientos saludables y pensamientos dañinos.   Ambas categorías de pensamientos tenían como foco su propio  análisis en el trastorno depresivo, bajo tratamiento. Por ejemplo: los pensamientos saludables ayudan a la confianza en sí mismo,son constructivos. Los pensamientos dañinos son  productores de malestar y destructivos de la confianza.

Los pensamientos saludables son “necesarios” porque ayudan a hacer lo  que se tiene o  se necesita hacer, mientras que los dañinos son innecesarios porque no cambian nada. Los primeros, son positivos generan sensación de bienestar, mientras que los segundos contribuyen a sentirse peor.

Existen algunas respuestas  que los reflejan: Ej.-“las cosas ahora parecen estar mal, pero al menos hago algo para cambiarlas.”

-“en mi vida sólo tengo problemas y no hay remedio” Nada cambiará”

Administrar nuestros pensamientos es un arduo aprendizaje, es una “doma” con nosotros mismos. Alejarnos de respuestas rutinarias es un camino y  aprender a fluir y pensar “fundiéndonos” en el quehacer, trascender  los límites del ego, y pasar a formar parte de una entidad mayor, sentir la sensación de crecer en unidad con nuestros proyectos y armonizando creativamente nuevos modos de pensar que permitan la construcción de esquemas flexibles, que nos alejen de la rigidez.

“PENSAR NO ES GRATIS” es el título de un libro de Xavier Guix.

Lic. Beatriz Cruces

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