¿Para qué viajamos?

 Seguinos en FACEBOOK
Psicología Integral en Córdoba

–          ¿Por qué quieres viajar a Fiji, Truman?  –

       Porque nunca estuve ahí, es por eso que viaja la gente, ¿no?

(The Truman Show, 1998)

La historia de la humanidad nos brinda historias de grandes viajes, de aventureros que zarpaban en su barco en búsqueda de distintas cosas, a veces encontrándolas o no. Los viajeros nos cuentan en sus relatos cómo se encontraban con tierras diferentes, personas con conductas que parecían extrañas, nuevos sabores y colores. Se encontraban con lo desconocido. Investigadores de todas las épocas, especialmente de los últimos dos siglos, se han embarcado en viajes eternos, para probar o descubrir lo que sabían que existía pero no podían justificar.

En nuestros días el viajar se ha transformado la excusa para las vacaciones, las escapadas a lugares remotos o cercanos, viajes de meses o años, para luego regresar al mismo lugar. Lugar que es el mismo pero también es diferente, porque ya lo dijo Heráclito: “Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni en hombre ni el agua serán los mismos”.

Siempre me he preguntado para qué viajamos las personas, y hace poco le pregunté  a conocidos, y me respondieron. Entre los móviles, me dijeron que viajaban para aprender, para conocer gente nueva, para descubrir nuevos lugares, para volver, para vivir, para fortalecerse. Tengo el gusto de conocer a muchas personas que viajan, y es curioso que conversando con ellas, suelo encontrar un motivo más profundo: muchas personas viajan para conocerse mejor a sí mismas. Es un motivo que no suele ser mencionado directamente, pero siempre aparece como el más fuerte. Personalmente comparto la afirmación, de que viajar nos permite conocernos mejor. Conozco casos de profesionales que han redirigido el rumbo de su carrera luego de un viaje, amantes que han formalizado su romance, matrimonios que se conocen mucho mejor, amigos que se separan, amigos que se unen, amistades que se forman… son sólo algunas de las consecuencias de los viajes.

Y no puedo evitar preguntarme: por qué será que se genera esto en las personas luego de un viaje. Será que necesitamos alejarnos de lo conocido, de nuestra propia zona de confort para poder conocernos mejor. Será que la rapidez de la vida cotidiana nos dificulta el acceso a lo más único de nuestra existencia: nosotros mismos. Será que es como dicen, que para realizar un viaje a nuestro interior a veces necesitamos alejarnos de lo que nos une con lo que creemos que somos.

Será que los viajes son tan movilizadores porque el verdadero viaje es a nosotros mismos.

Y en ese inevitable tránsito de regreso es que tenemos ruido en la cabeza, cansancio y sensaciones de renovación. Al final volvemos a nuestra ciudad, a nuestra casa, que es la misma y no. Porque en el lapso de tiempo que estuvimos ausentes la casa se modificó. Y como dijo Heráclito, nosotros tampoco somos los mismos, porque nosotros también hemos cambiado.

Por Lic. Julia Taleisnik  –  M.P. 7912

 julia.taleisnik@gmail.com

Del Equipo Múltiples Miradas

Psicología – Córdoba

Gracias a los nuevos amigos… ¡Bienvenidos!
Twitter: @evanaronne
 ¡Hasta la próxima!

Hablemos

Llená el formulario y te escribiremos a la brevedad.

Abrir chat
¡Hola! ¿en qué podemos ayudarte?
¡Hola! ¿en qué podemos ayudarte?