Padres que viven de manera positiva la realidad de su hijo homosexual


Padres, madres y familiares de gays y lesbianas se unieron con el fin de demostrar a la sociedad que los homosexuales también tienen familia y, sobretodo, propician que los padres se ayuden mutuamente a vivir de manera positiva la realidad de sus hijos e hijas.
Este es su sitio : AMPGYLExtraje algunas preguntas y respuestas frecuentes para que lean los padres juntos y / o en familia.

 

* ¿Qué le está pasando a mi hijo/a?
Lo que está pasando es que estás descubriendo una cosa muy importante sobre quién es tu hijo/a, y él/ella te ha revelado una cosa muy importante sobre quien es realmente. Eso puede ser una experiencia constructiva o destructiva para un padre. Depende de ti. Hay determinados estados en el proceso en que estás embarcado, involuntariamente o no. Implican aprender y crecer. A veces será doloroso. A veces agradable. Lo que obtengas de todo dependerá de lo que te esfuerces e, incluso, de hasta qué punto puedas abrir tu mente. Como padres que hemos pasado por la misma experiencia que tú, te podemos asegurar que hacer este proceso con amor y comprensión, vale mucho la pena. No sólo por nuestros hijos, sino por nosotros mismos; como personas nos ha enriquecido como nunca habríamos imaginado.* ¿Por qué me lo ha contado?
Tu hijo/a quiere ser honesto/a contigo y te lo ha contado porque confía en tu amor y en tu comprensión. Haciendo esta revelación, se ha quitado de encima una gran dosis de culpabilidad y vergüenza y tienes que comprender el gran alivio que supone el no tener que mentirte sobre lo que es en realidad y lo que siente. El hecho de que tu hijo/a te haya confiado esta información, indica que tus esfuerzos por educarlo en la honestidad y la integridad han dado resultado. Aunque eso es innegablemente un gran peso para ti, también es una oportunidad. Ésta reside en el hecho de que ahora conoces a tu hijo/a mejor que nunca. Sé honesto con él/ella sobre tus propios sentimientos, y hazle saber que lo quieres sin importar su orientación sexual. Aprovecha esta situación para estar más cerca de él/ella y ser para él/ella más importante de lo que jamás has sido. ¿No es eso lo que queremos como padres?
* ¿Es culpa mía?
¿Te preguntas si hiciste algo mal? ¿Te preguntas si hay alguna cosa que no hiciste bien? ¿Por qué te ha pasado eso a ti? No te sientas culpable; no hiciste nada mal. Tu hijo/a no es así por alguna cosa que tu hiciste ni por una cosa que alguien hizo. El viejo mito psicológico de que la homosexualidad indica un padre débil y una madre dominante hace mucho que ya fueron desbancados por diversos estudios. Los únicos psicólogos que mantienen estas posiciones son aquéllos que tienen una agenda oculta (normalmente religiosa), o una actitud profundamente homofóbica. La ciencia objetiva hace mucho que abandonó la idea de que los padres tienen alguna influencia significante sobre las orientaciones heterosexuales, homosexuales o transexuales de los hijos. La contribución emocional más importante que puede hacer un padre a las vidas de sus hijos, es quererlos. Y ahora que sabes la orientación de tu hijo/a, necesitará más amor y apoyo que nunca.
* ¿Ha reclutado alguien a mi hijo/a?
No. Tu hijo/a es gay desde siempre y nunca hizo una elección consciente de su sexualidad, así que nadie pudo haberlo reclutado. Es muy tentador buscar cabezas de turco. Este tema es muy emotivo para los padres e incita todos sus instintos de protección. No es posible que nadie reclute a nadie para “hacerlo gay”. La razón es simple: ser gay no es una elección que alguien pueda hacer conscientemente. Párate y piensa: ¿cuándo tomaste la decisión consciente para ser heterosexual, para ser atraído por personas del sexo opuesto? Sin duda nunca lo hiciste. ¿Puedes elegir a quien te excita físicamente? Sin duda que no puedes. Y tampoco lo puede hacer tu hijo/a. Por eso decirle que las atracciones por el mismo sexo son erróneas o pecaminosas puede ser realmente doloroso, ya que él/ella no puede controlar estos sentimientos. Con el tiempo, esta culpabilidad, miedo y rabia pueden crearle una depresión que le lleve al suicidio. Como padre, tienes que ser sensible a los sentimientos de culpabilidad y miedo.
* ¿Deberíamos decírselo a la familia y a los amigos?
A los padres que todavía tienen dificultades para aceptar la homosexualidad de sus hijos se preocupan a menudo que pueda enterarse el resto de la familia, amigos o vecinos. Ante preguntas típicas como “¿tiene novia”? en el caso de los chicos, o “¿tiene novio?” en el caso de las chicas, no se sabe qué contestar. Aquí aconsejamos que, antes de confiar en alguien, tengas el consentimiento de tu hijo/a ya que es de su vida de lo que se hablará y es él/ella quien tiene derecho a decidir quién puede saberlo y quien no. Si decides hablar, asegúrate de que has superado la fase de desorientación y que tienes bastantes recursos para responder. Si tu actitud no es positiva, sólo transmitirás tristeza y confusión. Considera también que aceptar a tu hijo/a, requiere mucho tiempo. Cuando estés muy seguro/a de tus sentimientos, no tan sólo podrás hablar de la orientación sexual de tu hijo/a, sino que también contribuirá a hacer comprender que los prejuicios contra la homosexualidad son fruto del miedo y de la ignorancia.
* ¿Qué espera de mí ahora mi hijo/a?
Si tu hijo/a te lo ha dicho voluntariamente, te sorprenderá descubrir algunas de las cosas en las que pensó antes de decírtelo, y tuvo que sopesar un montón de cosas antes de hacerlo. Si lo quieres descubrir, lee “¿Cómo decírselo a tus padres?”, un folleto escrito por padres de chicos/as homosexuales que han estado ya donde tú estás ahora.
Es importante que entiendas el doloroso proceso que ha tenido que pasar y cuán difícil ha sido mantener este secreto todos estos años. Incluso ahora que te lo ha dicho, está asustado/a justificadamente sobre cómo reaccionarás y te comportarás con él o ella a partir de ahora.
Sólo espera que no dejes de quererlo/a, que no le abandones. Es vitalmente importante que le asegures que ni lo desheredarás, ni lo echarás de casa, ni dejarás de hablarle, porque tu hijo debe ser mucho más importante para ti que todos tus posibles miedos o prejuicios. Dile que le quieres y regálale un largo y sentido abrazo.


* No me causa ningún problema que mi hijo/a sea homosexual

¿Estás seguro/a? Aquí hay algunas preguntas para hacerte a ti mismo/a. Si las contestas honestamente, te darás cuenta de cuán aceptado lo tienes realmente.
» ¿Te sientes incómodo en compañía de la pareja del tu hijo/a?
» ¿Te avergüenza que lleve pins con la bandera gay o adhesivos en el coche?
» ¿Crees que el deseo de casarse con su pareja es inmoral?
» ¿Te da problemas la idea del sexo entre gays o lesbianas?
» ¿Te molestan las palabras “homosexual”, “gay” o “lesbiana?
Apoyar a tu hijo/a implica aceptarlo completamente. Si has contestado “sí” a cualquiera de las preguntas anteriores, entonces has suspendido el test de aceptación y debes hacer deberes…

* ¿Es legal ser lesbiana o gay en el estado español?

No sólo es legal, la Constitución lo defiende. El artículo 14 reconoce el derecho a no ser discriminado por ninguna circunstancia personal. La realidad homosexual, además, está reconocida en algunas leyes como la ley de arrendamientos urbanos, la Ley de víctimas del terrorismo o el Código Penal, que considera la homofobia como un agravante, en caso de agresión. Desde junio del año 2005 es ya legal el matrimonio homosexual en el estado español. En el ámbito educativo, también la LOGSE, en el desarrollo mediante las “cajas rojas” de las transversales, reconoce que hay que inculcar en los centros educativos el respecto a la pluralidad de las sexualidades de los individuos y la necesidad de la convivencia de todas las diferencias que enriquecen a nuestra sociedad.
* ¿Será objeto de marginación? ¿Tendrá problemas para encontrar o mantener el trabajo? ¿El/la podrían agredir?
Tenemos que responder que, desgraciadamente, esta posibilidad existe. Todo dependerá del lugar donde viva o trabaje y de su manera de comportarse. Nos consta, sin embargo, que cada vez hay más sitios donde la actitud de la gente hacia la homosexualidad y las personas homosexuales es más positiva. También aumenta el número de asociaciones que trabajan para conseguir estos cambios y para dar apoyo a las personas que, a causa de su orientación sexual, pasan por momentos difíciles.
* ¿Y el SIDA?
El sida no es una “enfermedad gay”. Las lesbianas, por ejemplo, están en uno de los grupos menos afectados de nuestra sociedad. El sida es una enfermedad transmitida por diversas vías y no exclusivamente por vía sexual. En África, por ejemplo, se han registrado casos de sida en pacientes mayoritariamente heterosexuales mientras que en Estados Unidos, por razones desconocidas, se extendió, inicialmente, entre los hombres homosexuales. Los estudios más recientes indican que la enfermedad se propaga, en una mayor proporción, entre personas heterosexuales que entre las de orientación homosexual.
El sida no es una enfermedad de la cual uno se tenga que avergonzar. No es necesariamente el resultado de haber llevado una vida promiscua y el hecho de haberse contagiado no dice nada sobre el tipo de persona que se es. Lo importante no es saber cómo se ha contagiado una persona sino ser consciente de que ésta persona está enferma y necesita ayuda. No hay ningún motivo justificado para no cuidar de una persona que tiene el sida, ya que ésta enfermedad sólo se transmite por las vías sobradamente difundidas.
Si los padres tienen que hacer frente a la situación de tener un hijo o una hija enfermo/a de sida, debrán tener en cuenta sus decisiones. Habrá hijos que preferirán mantenerlo en secreto, y habrá que no tendrán ningún inconveniente en que se sepa. Algunos padres, incluso, tendrán que estar preparados para aceptar que el hijo no les quiera hablar de la enfermedad ni la quiera vivir de cerca.
Ten siempre bien presente que las personas que tienen el sida necesitan amor y dedicación; tenemos que demostrarles, más que nunca, que los queremos y que siempre les apoyaremos.

* ¿Es la homosexualidad una enfermedad mental o un problema emocional?
No. Los psicólogos, psiquiatras y otros profesionales de la salud mental están de acuerdo que la homosexualidad no es una enfermedad, un desorden mental, ni un problema emocional. Más de 35 años de investigación científica objetiva, bien diseñada, ha demostrado que la homosexualidad, en sí misma, no está asociada con desórdenes mentales ni con problemas emocionales o sociales. Alguna vez se pensó que la homosexualidad era una enfermedad mental porque la sociedad y los profesionales de la salud mental tenían información con prejuicios.
En el pasado, los estudios sobre gente gay, lesbiana y bisexual incluía pacientes en terapia, con el cual se distorsiona el resultado. Cuando los investigadores examinaron los datos de personas que no estaban en terapia, rápidamente se dieron cuenta que era falsa la idea de que la homosexualidad era una enfermedad mental.
En 1973 la Asociación Americana de Psiquiatría confirmó la importancia de nuevas investigaciones mejor diseñadas y eliminó a la homosexualidad del manual que enumera los desórdenes mentales y emocionales. Dos años después, la Asociación Americana de Psicología aprobó una resolución que apoyaba esta remoción. A lo largo de más de 25 años, ambas asociaciones han exhortado a todos los profesionales de la salud mental a que ayuden a dilapidar el estigma de enfermedad mental que alguna gente todavía asocia con la orientación homosexual.

* ¿Se puede curar la homosexualidad?
Actualmente, la comunidad médica y psiquiátrica ya ha reconocido que la homosexualidad no es ninguna enfermedad y que, por lo tanto, no se puede curar. Sin embargo, hay homosexuales que no reconocen fácilmente su orientación sexual y que necesitan el apoyo de un profesional que los ayude en el proceso de autoaceptación.
* ¿Qué es la orientación sexual?
La orientación sexual es una atracción duradera emocional, romántica, sexual o afectiva hacia otra persona. Es fácil de distinguir de los otros componentes de la sexualidad que incluyen el sexo biológico, identidad de género (el sentido psicológico de ser hombre o mujer) y el papel sexual social (conformidad respecto de las normas culturales sobre la conducta masculina o femenina).
Las personas con orientación homosexual a menudo se denominan gay (tanto hombres como mujeres) o lesbianas (sólo para mujeres). La orientación sexual difiere de la conducta sexual ya que se refiere a sentimientos y el concepto en sí mismo. Las personas pueden o no expresar su orientación sexual en las conductas.

* ¿Se elige la orientación sexual?
No. No se puede elegir la orientación sexual, aunque podemos decidir si actuamos conforme a nuestros sentimientos. Se trata de quiénes somos como personas. Actualmente, la mayoría de los expertos piensan que la orientación sexual se determina a una edad muy temprana y algunos piensan que se determina antes de nacer y que no es una elección consciente que pueda ser cambiada voluntariamente.
* ¿Qué causa que una persona tenga determinada orientación sexual?
Hay diferentes teorías de orden muy diverso: psicológicas, endocrinológicas, neuroanatómicas, genéticas… Ninguna ha sido científicamente demostrada de forma concluyente. La orientación sexual no la elige el individuo, no es modificable ni, no hay que decirlo, se contagia. Es una orientación de la persona, una forma de ser total. Lo más natural para los gays y las lesbianas es ser gays y lesbianas, igual que para los heterosexuales lo es la orientación heterosexual. Pedir a las personas que se comporten de forma contraria a su naturaleza, es decir, a su orientación sexual, pone en grave peligro su salud y su equilibrio psicológico.
* ¿Qué es la homofobia?
Homofobia es el nombre que se da a las conductas de condena y rechazo de la homosexualidad o de los gays y las lesbianas. Algunos psicólogos lo han definido como el miedo irracional y persistente a los homosexuales. La homofobia puede tener muchas caras: violencia directa, institucional, social, etc. En los centros educativos son comunes los chistes sobre la orientación sexual, los términos “marica”, “maricón” o “bollera” dichos como insultos.
Este uso del lenguaje violenta a los jóvenes gays que lo escuchan. Los advierte del peligro de expresar libremente su orientación, les destroza su autoestima y les hace vivir en el miedo de ser rechazado.

* ¿Se fomenta la homosexualidad al hablar de ella?
De ninguna manera. Al dar a conocer la realidad de los gays se desmontan estereotipos, se eliminan miedos y se facilita la vida a los que sufren a causa de su condición sexual. Durante siglos de represión de la homosexualidad ningún gay se ha convertido en heterosexual. Se puede disimular la orientación sexual, nunca transformarla.
Por otra parte, también se ha demostrado que los prejuicios y la homofobia de los estudiantes disminuyen cuando conocen personalmente algún gay. Por eso es muy importante la colaboración de la comunidad educativa con las asociaciones de gays, que suelen tener voluntarios para colaborar con los educadores y dar a conocer la normalidad de su vida con la finalidad de desmontar estereotipos y prejuicios que duelen en todo el mundo.

* ¿Por qué hay gays, lesbianas y bisexuales que hablan de su orientación sexual?
Porque compartir este aspecto de sí mismos con otros es importante para su salud mental. Ciertamente, se ha encontrado que el proceso de desarrollo de la identidad para las lesbianas, gays y bisexuales, llamado popularmente ‘salir del armario’, o asumirse públicamente como gay, está fuertemente relacionado con el ajuste psicológico: como más positiva la identidad gay, lesbiana, o bisexual, mejor es la salud mental y más alta la autoestima.
* ¿Por qué el proceso de asumirse resulta difícil para algunos homosexuales?
Para algunos gays, lesbianas y bisexuales este proceso les resulta muy difícil debido a que a menudo se sienten marginados por la comunidad. Eso resulta especialmente cierto para las personas que empiezan a darse cuenta de su orientación gay, lesbiana o bisexual durante la infancia o adolescencia, lo cual no es infrecuente. Y según sean sus familias y el lugar donde viven, quizás tengan que realizar enormes esfuerzos en contra de los prejuicios y la desinformación sobre la homosexualidad. Los niños y los adolescentes pueden estar en posición especialmente vulnerable a los efectos dañinos de los prejuicios y estereotipos. También pueden temer ser rechazados por la familia, amigos, compañeros de trabajo e instituciones religiosas. Algunos homosexuales se tienen que preocupar de perder sus trabajos o ser presionados en la escuela si se descubre su orientación sexual.
Es importante que tengan a mano una dirección o un teléfono donde puedan compartir impresiones y experiencias con profesionales y expertos.

* ¿Qué puede hacerse para superar el prejuicio y la discriminación que sufren los gays, lesbianas y bisexuales?
Los psicólogos creen que las actitudes negativas hacia el colectivo homosexual son prejuicios sin fundamento basados en estereotipos. Asimismo, la protección ante la violencia y la discriminación son muy importantes, tal como lo son para cualquier otro grupo minoritario.
Hay que introducir el respeto hacia las diferentes orientaciones sexuales y los estilos de vida que comportan, así como la información sobre las mismas de manera natural en la educación. Cuidando el vocabulario utilizado y teniendo en cuenta que en una conversación puede haber jóvenes homosexuales o con dudas sobre su sexualidad.
De la misma manera que se está realizando un esfuerzo importante por suprimir el sexismo del lenguaje, se puede hacer lo propio para eliminar el hetero-sexismo. Hay numerosos términos y frases de uso cotidiano que, en realidad, transmiten prejuicios arraigados contra la homosexualidad. Es responsabilidad fundamental de los educadores y de los padres erradicar esta tradición que tan negativamente afecta a muchos jóvenes.

* ¿Por qué es importante que la sociedad esté mejor educada respecto a la homosexualidad?
El hecho de educar a la sociedad sobre la orientación sexual y la homosexualidad probablemente disminuya el prejuicio en contra de este colectivo. La información precisa sobre la homosexualidad es especialmente importante para los jóvenes que se esfuerzan para comprender su propia sexualidad. Los temores que el acceso a esta información hará aumentar el número de homosexuales no tienen ninguna base: la información sobre la homosexualidad no hace cambiar la sexualidad de nadie.


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