Comparto este mensaje que cálidamente transmite la Lic. Gabriela Sito y fue publicado en Río Negro On-line. Setiembre 2010. Recién comienzan las clases, para algunos el primer dia de primer grado, para otros el primero del último año… para todos  es un día especial. Que lo DISFRUTES, lo  adaptés a la situación que estés viviendo y lo puedas comentar con tus seres queridos 🙂

El contexto actual en que chicos y chicas terminando la secundaria tienen que decidir qué camino seguir es el de “”complejidad e incertidumbre””, por sintetizar de alguna manera las consecuencias de las grandes transformaciones producidas por el desarrollo tecnológico y la globalización en las sociedades contemporáneas, donde el desempleo aparece como la amenaza constante de exclusión.

No existe ninguna carrera universitaria o terciaria que garantice el “”éxito profesional””, hoy ya no existen los “”puestos de por vida””, hoy más que antes se requiere flexibilidad, curiosidad, inquietud para adaptarse a los cambios cada vez más vertiginosos. Este contexto cambiante implica que hoy nuestros hijos e hijas harán una primera elección al terminar la educación secundaria, pero no será la única.
Tratemos de acompañarlos con tranquilidad, ayudándolos a preguntarse a sí mismos por sus deseos, sus proyectos, respetando sus procesos y sus tiempos.
Seamos claros en los límites dentro de los cuales tienen que elegir: si como padres podemos sostenerlos económicamente fuera de la ciudad de residencia o no, si podemos sostenerlos sin que trabajen o no, si podemos pagar una universidad privada o no. Es decir: marquemos con claridad el territorio que tiene que ver con las decisiones de adultos y acompañemos lo mejor que podamos en el proceso de investigar, cuestionar posibilidades y “dialogar con las incertidumbres” al decir de R. Crispo y D. Guelar (1).
Recordemos que nuestros hijos no se harán adultos al cumplir 18 años sino que continuarán su camino hacia la autonomía, todavía se mostrarán muy dependientes. Nos necesitan ahí: dispuestos a sostener, proteger y también a soltar.
Tengamos en cuenta que serán “”ingresantes”” a una institución universitaria donde los recibirán “”como si fuese un universitario con trayectoria recorrida y aprobada”,”…” “pues a pesar de la magnitud del cambio requerido, los valores y las normas de comportamiento de las comunidades académicas se exigen pero no se enseñan” (2).
Aceptemos y ayudemos a aceptar que se pueden equivocar, que el error es parte del aprendizaje, que toda experiencia puede capitalizarse, que hay posibilidades y alternativas de cambiar el rumbo, pero que a la vez, en todos los caminos se requiere disciplina, respeto a las normas y tolerancia a la frustración.
Lic. Gabriela Sito. www.gabrielasito.com.ar   ¡Gracias!

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