Quiero destacar el derecho fundamental a la lactancia materna contándoles la experiencia de una mamá muy comprometida pero engañada hace ya unos años…
Hace un tiempo, Mauri me consultó por su inseguridad, celos, desconfianza. Le dije que la confianza y la seguridad provienen del vínculo entre mamá y bebé, y él inmediatamente comenzó a indagar en su relación con su mamá. Recordó que ella le había escrito una carta en la cual le pedía disculpas por no haberlo amamantado, explicándole que sus posibles reacciones de ira o celos podían tener su origen allí.
Me conmovió muchísimo esta carta, que les dejo a continuación
(en forma resumida y con algunos cambios) que más allá de servirle como reparación a Mauri, es útil para muchas madres que atravesaron esas circunstancias y para las de hoy en día, que en su mayoría trabajan.
11 de agosto de 2002
Querido hijo:
“Hoy en el día del niño me pongo a filosofar con vos…
Alguna vez me preguntaste si era verdad que yo nunca te dí la teta y la verdad no me acuerdo bien si la respuesta fue: Sí, muy poco tiempo o No. Lo cierto es que ya han pasado unos 30 años y últimamente he vuelto a pensar en ello. Junto a otras personas fui convocada a trabajar en un hospital y nos capacitaron en un programa que se llama “Familia Protegida” y entre tantas cosas trata de un principio básico de prevención que es la lactancia materna, de sus beneficios como ser: mejor desarrollo psicomotriz, emocional, social, nutrición óptima para el sistema nervioso central, menor incidencia en infecciones respiratorias y digestivas, etc, etc, etc. Entonces, recordé, que cuando naciste todo fue muy bien, un parto impecable, tuve una grata sensación al tener contacto con vos… momento en que se arrimó un médico y me dijo que podía ponerme una inyección para que no tuviera leche, que los niños se criaban mejor con leche artificial, que tenía todos los nutrientes, vitaminas, etc. Y como yo trabajaba, que lo pensara porque sería más útil la mamadera. Así que acepté, ¡parecía toda una maravilla, lo que realmente fue todo un engaño de los laboratorios!. Siempre el capitalismo primero, y vos te perdiste la teta que es la mejor sensación de un bebé y yo me quedé como vacía ya que ahí se terminó mi gestación…”
y siguen las reflexiones y expresiones de reconocimiento alentando a su hijo a enfrentar la vida con responsabilidad, a buscar el mejor camino, mirar hacia delante aunque tengamos algunos impedimentos. Se despide diciendo que está muy orgullosa de él y sus tres hijos.
Sintetizando: si existe vínculo o apego afectivo, estable y consistente entre un niño y su madre, como resultado de la relación entre ambos, el niño alcanzará seguridad en sí mismo y por lo tanto, tendrá de sí un autoconcepto (autoimagen, autoestima) positivo. Este buen autoconcepto facilitado por los logros alcanzados en sus primeras experiencias de vida, le será de ayuda para más tarde poder enfrentar las variadas situaciones de su vida, por más difíciles que sean.
Para fomentar por tanto un apego seguro se sugiere: tener mucha cercanía y contacto físico con el bebé, hablarle y cantarle, arrullarlo cuando llora y mirarlo a los ojos con dulzura cuando se le habla. Expresarle en palabras y en los hechos el amor que se le tiene y dejarle siempre en claro que los retos o castigos que se le dan (a los niños ya mayorcitos) corresponden a las conductas que él ha realizado y no por su persona (por ejemplo decirle, “hiciste algo malo, que no corresponde, por eso te reto…” y no decirle “eres un niño malo porque hiciste….”). El amor de los padres debe ser INCONDICIONAL, y eso hacérselo saber siempre a los hijos.
Al leer este texto Mauri expresó:
Hola Evan… wawww… me puse a leer tu texto, y me trajo muchos recuerdos, como estar sentado en tu escritorio contando y leyendote esa carta, como también el dia que la leí por primera vez en un patio interno de un laburo provisorio en un pueblito de Tucuman, y hasta imaginarla a mamá escribiéndola, y entre líneas pedirme una especie de perdón por aquella “Decisión cómoda y Capitalista”. También me pongo en lugar de mi papá, que como Profesional de la Salud (farmacéutico), le convenía muchísimo que ese producto se vendiese y con esas características artificiales, pero engañosas a él y a su negocio le vendrían bárbaro…
Todo ello sin saber que lo artificial NUNCA reemplazara a lo natural (situacion ésta, que intento aplicarla a todas las actividades de mi vida y algunas, me cuestan mucho asimilarlas).
La verdad, es que nunca supe si mamá me lo escribió por el tema de los celos o si solo intentó pedirme esas disculpas, pero como sea me unió mucho a ella y me demostró una vez más lo que ellos dos eran para mi vida. Quizas papá nunca reparó demasiado en este texto tanto como ella y como yo, pero si se que en mi cavó muy hondo. Y aunque lo redactó una sola persona, yo en mi interior, se lo acredito a ambos.
Ojalá todos los hijos del mundo sepan darle tanto valor a nuestros padres como creo haberlo hecho yo. Siempre, y sobre todo en estos ultimos 8 o 10 años estuve muy orgulloso de ellos y en vida les comunique esa hermosa sensación de Felicidad. Hoy y aunque no los tengo, les agradezco como TODO.
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Lic. Psicóloga Marcela Tarifeño Rojas : Psicologa-infantil