
El voluntariado desinteresado proviene del corazón, y ayuda profundamente a personas que nos necesitan. El agradecimiento que se recibe es eterno, y es recíproco: porque mientras nosotros ayudamos a quienes nos necesitan, esas personas nos devuelven aprendizajes y enseñanzas imposibles de obtenerlas en ningún otro lado. El trabajo voluntario se hace en comunidad, lo que genera sentimiento de pertenencia a nuevos grupos y redes sociales. Esto mejora el sentimiento de sí en quien es voluntario.
Si bien el fenómeno del voluntariado organizado es relativamente nuevo, las Naciones Unidas en 2011 informó (http://www.unv.org/es/quienes-somos/swvr-2011/antecedentes.html) sobre los beneficios que trae el voluntariado para la persona que lo lleva a cabo. Entre ellos encontró:
Entre los estudios de los beneficios de bienestar que las personas obtienen del voluntariado, muchos se encuentran en el ámbito de la salud. Estos estudios examinan cómo la experiencia del voluntariado repercute en cómo se sienten las personas y en cómo evalúan sus vidas en conjunto. Una constatación común es que las personas que realizan tareas de voluntariado son más proclives a considerarse felices, más fuertes y llenos de energía.
Participar como voluntario conduce a una buena salud mental. Asimismo, puede derivar en la reducción del estrés psicológico y atenuar las consecuencias negativas del estrés, al tiempo que mejora la satisfacción vital, las ganas de vivir y la autoestima.
La actividad voluntaria deriva también en una mejor salud física. Los adultos de edad más avanzada que realizan tareas voluntarias registran un nivel de salud mayor respecto a aquellos que no las realizan.
En Córdoba existen decenas de Organizaciones Sociales donde se pueden realizar tareas voluntarias. La experiencia demuestra que cuanto más tiempo y dedicación se invierte en el voluntariado, más retribuye éste en todo lo mencionado anteriormente.
Julia Taleinsnik: julia.taleisnik@gmail.com
A continuación Cecilia cuenta:
Desde la web del voluntario, establecen cinco pasos para reflexionar y conocer de qué se trata ésta labor:
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Ser voluntario…
El trabajo voluntario aflora de la pasión por compartir el interés de brindarse a los demás y formar parte de un lugar en común, donde se encuentran el deseo de ayudar, enseñar, aprender y cooperar.
Ser voluntario implica compromiso con la tarea asumida, siendo consciente que cada aporte continuo será positivo para uno mismo y los demás…
Ser voluntario conlleva servir a otros de manera desinteresada, sabiendo que cada acción realizada, si es llevada a cabo día a día con amor, dará sus frutos…
Cada ser humano tiene la posibilidad de brindarse a los demás, solo es cuestión de conocerse uno mismo y encontrar el deseo y el momento para realizarlo.
La satisfacción de ayudar a otros es enorme, como así también el saber que cada persona cuenta con la herramientas para crecer uno mismo y ayudar a crecer a otros, teniendo en cuenta que vivimos en continuo contacto e interrelación con quienes nos rodean y que la labor en conjunto y compartida es un regalo hermoso que todos podemos llevar a cabo.
Mi experiencia personal…
Hace tres años tuve la posibilidad de comenzar a formar parte de una institución sinónimo del trabajo voluntario. Sacrificio, valor y abnegación son su LEMA.
Llegó el momento de realizar mi trabajo final de licenciatura y elegí hacerlo en una institución de BOMBEROS VOLUNTARIOS del interior, más precisamente de la Ciudad de Villa del Rosario. Impulsada por el espíritu de amor al prójimo de mi abuelo Carlos Merlo (bombero voluntario de alma), supe desde el primer momento que quería estar ahí y que iba a ser una experiencia hermosa en mi vida. Llegué cargada de emociones y expectativas, por la experiencia personal de haber tenido a mi lado toda la vida a un bombero voluntario de corazón y sabiendo que si bien él ya no estaba más físicamente, me acompañaba en este momento tan importante.
Los meses pasaban, y yo iba cumpliendo y superando las expectativas que traje el primer día, fui aprendiendo lo que significaba estar en una institución de bomberos voluntarios, percibiendo el sentido de pertenencia presente en cada uno de sus miembros.
El tiempo pasó, pude concluir mi trabajo final y recibirme, pero no pude dejar ese lugar que pasó a formar parte de mi vida. La calidez, el respeto, la dedicación y el empeño que se respira día a día son un ejemplo digno de orgullo y admiración.
A lo largo de éstos años pude observar y comprobar con que amor llevan a cabo su vocación de servicio, brindándose a los demás los 365 días del año, sin importar la hora, el clima, incluso dejando a sus familias por ayudar a otras personas, guiados solamente por el noble propósito de AYUDAR. Además, éste deseo de brindarse va acompañado por la capacitación y perfeccionamiento continuo de manera integral, para que su labor sea óptima una vez requerida. Desde aspirantes (menores de 18 años) a bomberos comienzan a formarse para lograr la excelencia en la tarea asumida.
El formar parte de ésta hermosa institución, me permite ver cada día lo que significa ser voluntario. Es una experiencia bella que atesoro, y me guía para seguir aprendiendo, y poder aportar algo de mí, sabiendo que el trabajo en equipo es fundamental para crecer como personas y como sociedad.
Lic. Maria Cecilia Merlo
MP 6684
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