“Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen.” Eduardo Galeano
Cuando sentimos hormigueos, dolor en el estómago antes de un examen, una cita amorosa o ante una entrevista por un futuro trabajo, y todo tipo de sensaciones que aparecen ante alguna situación nueva, que implique algún desafío o de riesgo, debemos tenerlas en cuenta como “avisos de cuidado, de atención,” que nos mueven a actuar con mayor precaución. En estos casos, que todas las personas conocemos y atravesamos, la ansiedad nos incita actuar haciendo que movilicemos los recursos disponibles para enfrentar las situaciones.En cambio si esta emoción se vuelve tan intensa que te aterroriza, y lo que sucede es que te quedás inmóvil y terminas por evitar la situación. Se puede decir que la ansiedad trastorna tu vida diaria.
Los trastornos de ansiedad son enfermedades frecuentemente relacionadas con la estructura biológica y las experiencias en la vida que acompañan el ciclo vital de un individuo.
Existen distintos tipos de trastornos de ansiedad, cada uno con sus características propias.
Un trastorno de ansiedad puede hacer que te sientas ansioso casi todo el tiempo sin ninguna causa aparente. O que las sensaciones de ansiedad sean tan incómodas que, para evitarlas, suspendas algunas de tus actividades diarias.
Es necesario aclarar que, “muchas personas piensan que pueden sobreponerse a los síntomas de ansiedad, si ponen fuerza de voluntad,” pero dificilmente logran cambios.
A su vez, es importante decir que hay tratamientos psicológicos que pueden ayudarte.