Algunas intervenciones quirúrgicas necesitan más que otras de una ayuda profesional psicológica, ¿Depresión pos-infarto?
En los últimos años, los especialistas que estudian las enfermedades coronarias han encontrado que los pacientes luego de haber sido sometidos a una cirugía cardiovascular, caen en estados depresivos, que muchas veces pasan desapercibidos, pero que más tarde influyen en la calidad de vida, y en la mortandad.
Uno de cada dos pacientes sometidos a cirugías de “revascularización miocárdica,” pueden adquirir una depresión “reactiva” luego de los primeros meses de pos-cirugía. De allí la importancia de un seguimiento psicológico que permita ir viendo los distintos estados de ánimo, luego de la intervención. Al respecto el Doctor Bruce Rollman de la Universidad de Pittsburg. EE.UU. quien investigó sobre una muestra importante de pacientes, desarrolló un tratamiento que lo denomina: “cuidado colaborativo por vía telefónica,” programa a cargo de equipos de psicólogos, psiquiatras y enfermeras.
Tiene una duración de ocho meses, en los que en forma periódica los pacientes reciben un llamado, para ser indagados acerca de sus actividades diarias, estados de ánimo, sensaciones que van sintiendo respecto de su post-operatorio, preguntas de la vida cotidiana, y hasta cambios de medicación previo informe al médico de cabecera y posteriores indicaciones.
A veces se incluyen antidepresivos, si los resultados de las llamadas así lo descubren. Los cambios en relación a la salud física y emocional que se vayan registrando serán informados en su totalidad al médico, quien decidirá las próximas visitas y su frecuencia. Si bien aún no se tienen resultados estadísticos de estos programas, se observan cambios muy favorables en las personas que sostienen las charlas telefónicas. Son aclaradoras y contenedoras, respuestas absolutamente necesarias para las necesidades de este tipo de pacientes, sin olvidar otros sindromes, ya que el estado de enfermedad origina cambios en las personas que las padecen, generando angustias y ansiedades que deben ser atendidas al igual que el dolor físico.
Para tener muy en cuenta:
-La depresión disminuye la fuerza del bombeo del corazón.
-Los latidos se vuelven más débiles.
-La sangre no llega con nornalidad a los distintos órganos del cuerpo.
– Pedir ayuda antes, durante y después de un episodio cardiovascular es un imperativo.
– No olvidemos que se trata de un órgano estrechamente vinculado a las emociones.
Recordemos que el Dr René Favarolo fue el creador y principal impulsor de los bypass, hoy también denominados Stend, que salvan millones de vidas. El amor a sus semejantes y la solidaridad fueron las constantes de su vida.
Lo recordamos en esta reflexión, que apunta nada más y nada menos que a un órgano vital, con el mayor respecto y agradecimiento.
Lic. Beatriz Cruces
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