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Psicología Integral en CórdobaSabemos que quienes necesitan ser escuchados, respetados y orientados, tienen muchas dificultades para pedir ayuda, por eso, damos un paso tratando de impulsarte a vencer algunos prejuicios y, a que des tus pasos.
Este artículo de la Lic. Caro Sarmiento de Agazzani, psicóloga del equipo “Múltiples Miradas,” “no tiene desperdicios,” como popularmente se dice cuando una lectura se aprovecha en su totalidad y se saborea, dejando un mensaje alentador y un nuevo aprendizaje:
¿Cuáles son las creencias limitadoras que me impiden hacer una consulta psicológica?
- “No quiero que otros se enteren”
- “Ir al psicólogo es señal de debilidad, o de enfermedad, o de que algo esta roto”
- “Puedo solo”
- “Primero, voy a intentar con todos mis medios resolverlo a mi manera”
- “Si creo en Dios todo es posible, con la religión puedo resolverlo”
- “Ya tengo gente que me escucha, hablo con mis amigos o familiares, ellos son mi fuente de contención, siento que me entienden”
Estas son algunas creencias y convicciones que te tienen atado y te frenan a consultar, te aquietan a pedir ayuda; a seguir intentando con la misma herramienta, cuando en el fondo sabes que no te está siendo 100% útil.
Quiero pensar contigo estas creencias que afirmas ser ciertas o que no puedes dejar de considerar cuando piensas en la posibilidad de asistir al consultorio.
“No quiero que otros se enteren”: tendrías que preguntarte porqué no quieres que otros se enteren de que vas al psicólogo, acaso ¿te causa vergüenza? ¿tendrás que dar obligatoriamente explicaciones que no quieres?; identifica porqué no quieres que otros se enteren y continúa leyendo el artículo.
“Ir al psicólogo es señal de debilidad, o de enfermedad, o de que algo está roto”: quiero que sepas que cuando realizas una consulta no estás enfermo, estás tomando conciencia de ti mismo y te haces responsable, porque te tomas un tiempo para observarte, tienes la humildad de pedir ayuda, lo cual habla de tu fortaleza interna no de debilidad.
“Puedo solo”: ¿Reconoces cosas en la vida, que se puedan lograr con excelencia, absolutamente solo? Por supuesto que serás tú el que tomará las decisiones; sin embargo, el terapeuta será un asesor, una guía, un compañero de escucha empática, que te acompañará en el proceso, y te ayudará con herramientas específicas a lograr los objetivos que juntos hayan acordado.
“Si creo en Dios todo es posible, con la religión puedo resolverlo”: si eres practicante de una religión es probable que seas una persona mejor preparada al momento de consultar, cuentas con mayores recursos.
La psicología no compite con la religión, personalmente la considero una aliada, cuando mis pacientes están bajo una crisis, no sólo aumento la frecuencia de las sesiones sino que recomiendo, si son creyentes, que aumenten su vínculo con Dios, que oren, que estudien las escrituras; soy una testigo del alivio terapéutico que esto genera, el paciente obtiene mayor fortaleza. Sin embargo, cuando hay aspectos psicológicos que bloquean a la persona, la religión no puede ser totalmente comprendida en ese momento, sus prácticas no pueden ser abrazadas porque las condiciones mentales están oprimidas.
“Primero, voy a intentar con todos mis medios, resolverlo a mi manera”: generalmente cuando dices esto ya has intentado varias formas de resolver tu problema, si no es así, ponte un plazo y si no alcanzaste los resultados acordados, ve a consultar; cumple lo acordado, sé sincero contigo mismo.
Los que hemos asistido al psicólogo alguna vez y hemos vivido el proceso de hacer un tratamiento efectivo, reconocemos lo siguiente: “¡cómo no vine antes! habría muchas cosas que hubiera hecho diferente”, como también, “¡que bueno que vine a consultar! veo que hoy tengo más alternativas de las que yo creía para resolverlo” “¡se me amplió el panorama! ahora entiendo”.
“Ya tengo gente que me escucha, lo hablo con mis amigos o familiares, ellos son mi mayor fuente de contención, siento que me entienden”: muchas personas tienen el tesoro de tener a su lado amigos serviciales y familiares dispuestos a escuchar, ¿tienes tu también gente dispuesta a apoyarte?; considera la siguiente cita por un momento:
“Algunas personas de tu entorno pueden contribuir a que dudes de ti mismo o puede que te saboteen. Estas personas normalmente son amigos íntimos o familiares que creen protegerte del dolor que pueda causarte el fracaso” (Levine; Larina; Vitale ; 2012)
Si bien la mayoría de nosotros contamos con un círculo de amistades o familia, hay períodos de nuestra vida en que es necesario distinguir si es indicado depositar nuestros problemas en nuestros afectos.
Para ello evalúa: al hablar de mis problemas con mis amigos ¿me permite seguir avanzando?; cuando hablé con mis padres ¿siento que me justifican en todo?; ¿noto que cuando hablan conmigo proyectan sus miedos e inseguridades, sus historias personales?; luego de terminar de hablar con ellos ¿sigo sintiendo el malestar? ¿Persiste días después la preocupación, la angustia, el dolor, el enojo?
Consultar es una decisión personal que no debe hacerse bajo presión, ya que el proceso tendrás que transitarlo tú mismo.
Si quieres que las cosas en tu vida sean diferentes, anímate a hacer cosas diferentes. Hoy al leer este artículo, ya diste el primer paso.
¡Hasta Pronto!
Lic. Carolina Sarmiento – Psicóloga M.P 6192 – Atención a Jóvenes, Adultos y Parejas – lic.sarmientoc@gmail.com
¡¡Muchas Gracias Caro!
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Múltiples Miradas: equipo que brinda atención psicológica en cada etapa de la vida, integrando diferentes corrientes de la psicología.
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