Algunas pautas para tener en cuenta día a día. Ciertas acciones valen más que las palabras.
Hace tiempo que sabemos que los niños y jóvenes aprenden más de lo que los adultos hacemos que de lo que decimos. Es nuestra responsabilidad entonces estar más atentos a la coherencia y consistencia de lo que “hacemos” con ellos.
Si como padres y madres logramos estar cerca de nuestros hijos e hijas en sus descubrimientos, si estamos atentos a escucharlos en las idas y vueltas de sus pensamientos, fomentaremos en ellos la seguridad y autoestima necesarias para transmitir sus ideas y cuestionamientos.
Para tener en cuenta
Tratemos de no herirlos con comentarios descalificadores, somos responsables de su desarrollo y nadie se desarrolla bien en medio de descalificaciones.
Somos responsables de tomar las riendas en guiarlos, no esperemos que puedan solos ni pretendamos que nos guíen a nosotros en cómo educarlos.
Definamos las pautas de organización necesarias para crecer y demos la posibilidad de despliegue particular de acuerdo a sus características personales: un niño más pasivo seguramente necesitará una estimulación diferente que uno más activo pero los dos necesitan sentarse a la mesa para almorzar (sin T.V ), para hacer su tarea, etc.
De nuestra imaginación y respeto por las características personales dependerá que podamos guiarlos civilizadamente. Si somos padre y madre a cargo podemos dividir los roles de acuerdo a nuestras distintas fortalezas y debilidades. Mucho aprenderán de ver cómo nos tratamos y capitalizamos nuestras experiencias y fundamentalmente de cómo resolvemos nuestras diferencias. Si nos ven pedir ayuda, estar atentos a darla y a recibirla; si nos ven con ganas de aprender, de escucharlos y escucharnos verdaderamente, estaremos transmitiendo valores fundamentales para la interacción humana, contagiaremos “humanidad” y ganas de aprender a ser mejores personas cada día.
Gabriela Sito – Licenciada en Psicología
gabrielasito.com.ar