Por Romina Boggio. Licenciada En Nutrición *
El acelerado ritmo de vida actual en el que creemos estar inmersos y el cuál transitamos de manera casi automática sumado a la inmensa oferta de comidas rápidas ha provocado que el tiempo y la energía que le dedicamos  a nuestras horas de comida y a nuestra alimentación, sea prácticamente inexistente.
Imagine esta situación: mediodía, hora de almorzar. Usted se encuentra en su lugar de trabajo o en su hogar y su cuerpo sabe que es momento de comer. Vuelve a su agenda y los pendientes le inundan. Decide almorzar rápidamente y en unos pocos minutos vuelve a sus labores, en el caso que no decida directamente saltar esta comida y este espacio. Esta situación ¿Le parece conocida?
Este es hoy el panorama mayoritario con respecto a la alimentación cotidiana de las personas. Sin embargo, muy lentamente, surge la fuerza de un nuevo paradigma: el de desestimar los tiempos impuestos y comenzar a respetar los espacios propios y necesarios para mejorar nuestra calidad de vida.
Y es así como surge la Alimentación consciente: el arte de comer en estado de plena consciencia, prestando especial atención a las texturas, olores y sabores de nuestra comida,  así como también al entorno que nos rodea y en cuál decidimos alimentarnos y nutrirnos.
Propone una visión integradora y holística de la Salud. A través del cuerpo y la palabra,  busca sanar  y generar una relación honesta y espontánea con la alimentación.
Implica elegir nuestros alimentos conociendo el impacto que tienen  en nuestro cuerpo, en nuestro estado espiritual y emocional:
¿Qué pasa con mi cuerpo cuando recibe por ejemplo: un alfajor, una fruta, ó un snack? ¿Cómo hace sentir a mi organismo? ¿Me gusta? ¿Qué satisfacción me dá consumirlo? ¿Por qué? ¿A qué me recuerda? ¿En qué situaciones emocionales elijo determinados alimentos?
También supone  el ser consciente del impacto ecológico en el planeta que tienen los alimentos que seleccionamos;
¿De dónde vienen? ¿Cómo son producidos? ¿Qué sustancias son utilizadas en su elaboración? ¿Y en su preparación? ¿De qué manos provienen?
La cotidianidad y el permanente contacto que tenemos con la alimentación nos dan la posibilidad de transformarla en una poderosa herramienta de auto-conocimiento.
El comenzar a practicarla, nos brindará un acercamiento respetuoso a nuestro cuerpo y nuestra sensibilidad, la aceptación del sí mismo (cuerpo, mente, emociones) el aprendizaje de una actitud de prevención que se traducirá con el tiempo en elecciones alimentarias sanas y mejoramiento de las funciones vitales (respiración., digestión, ritmo cardíaco, descanso) y de la Salud en su máxima expresión.
La alimentación consciente es el camino hacia una existencia de mayor armonía con uno mismo, como así también la expresión de esa concordancia con el planeta y la naturaleza.
*Matrícula Profesional: 2865
*Profesora Adscripta. Universidad Nacional de Córdoba. Escuela de Nutrición. Asignatura: Alimentación Institucional.
* Miembro del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Córdoba. Departamento de Gestión Laboral: Asesorías Profesionales y Programa de Acompañamiento y seguimiento al Ejercicio Profesional.
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