“Una buena conversación debe agotar el tema, no a sus interlocutores”– Winston Churchill
La violencia psicológica o emocional no se percibe tan fácilmente como la física, pero lastima. Consiste en enviar mensajes y gestos o manifestar actitudes de rechazo. La intención es humillar, avergonzar, hacer sentir insegura y mal a una persona, deteriorando su imagen y su propio valor, con lo que se daña su estado de ánimo, se disminuye su capacidad para tomar decisiones y para vivir su vida con gusto y desempeñar sus quehaceres diarios.
• La violencia verbal tiene lugar cuando mediante el uso de la palabra se hace sentir a una persona que no hace nada bien, se le ridiculiza, insulta, humilla y amenaza en la intimidad o ante familiares, amigos o desconocidos.
•La violencia no verbal es aquella que se manifiesta en actitudes corporales de agresión como miradas de desprecio, muestras de rechazo, indiferencia, silencios y gestos insultantes para descalificar a la persona.
Otra forma de comportamiento que sin ser violenta puede causar daño es el caso de la sobreprotección y el excesivo consentimiento, pues la confundimos con cariño y afecto.
Sobreprotegés a alguien cuando querés resolver todos y cada uno de sus problemas, cuando no confiás en él, cuando le decis qué hacer y cómo hacerlo sin dar lugar a sus iniciativas personales, cuando no dejás que se equivoque y aprenda de sus propios errores, cuando no permitís que se separe de vos ni un momento por temor a que les pase algo.
La sobreprotección y el excesivo consentimiento puede hacer a las personas dependientes, inseguras, irresponsables y en consecuencia incapaces de resolver sus vidas por sí mismas.
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Atención Psicológica a niños – adolescentes – jóvenes – adultos – familias
“Asesoramiento frente a distintas dificultades en las etapas de la vida”