Nota publicada en revista Pasitos N°13, Agosto/Septiembre de 2006
Seguinos en FACEBOOK
Cómo actuar cuando los niños se angustian frente a la partida de sus padres
“los hijos abandonan un día la infancia, pero los padres nunca dejan la paternidad”
Casi todos los niños en algún momento sienten miedo o ansiedad al ser alejados de sus seres queridos. A lo largo de la niñez se van presentando diversas situaciones en las que se produce la separación voluntaria o involuntaria entre padres e hijos (ir a la escuela, al trabajo, una hospitalización, salidas varias, divorcio, etc.).En este sentido, cabe señalar que la actitud que asuman los padres es fundamental para que el temor a la separación evolucione.
Alrededor de los tres años, el niño ya puede separarse porque ha internalizado la figura de los padres, sabe que ellos no se “han esfumado” y que volverán luego.
Ansiedad por separación
Si bien todos los niños en algún momento pueden experimentar esta ansiedad, es importante estar atentos a la aparición de determinados síntomas que pueden indicar la presencia de un problema.En líneas generales, un niño que padece un trastorno de ansiedad por separación asume los siguientes comportamientos:
• Se siente inseguro al estar solo en su habitación.
• Tiene dificultad para dormirse y pesadillas recurrentes.
• Demuestra apego excesivo: a veces parece ser “la sombra” de mamá o papá.
• No quiere ir a la escuela.
• Siente un excesivo temor de que a sus padres les ocurra algo malo cuando no están.
Sobre el particular, vale la pena destacar que una sólida y saludable relación de apego entre la madre y el bebé es uno de los medios para evitar que el niño sufra este tipo de ansiedad. Es decir, es fundamental en los primeros meses generar una simbiosis, a través de caricias y miradas, de amamantarlo y alzarlo, para generarle confianza y seguridad. Esto constituye la base para que luego el niño pueda separarse de sus padres un tiempo sin angustiarse.
Algunas claves – A la hora de la partida
• En primer lugar, recordar que la preocupación que los niños sienten al separarse de sus padres es una parte normal de su desarrollo.
• Manejar las partidas de manera casual: simplemente decir adiós y partir. Si los padres hacen un alboroto antes de irse, los niños también lo harán.
• Anunciarles que se va y nunca salir a escondidas, ya que esto puede dañar su confianza.
• Avisarles a qué hora volverá. Si son muy pequeños, se pueden usar marcadores de tiempo, por ejemplo “volveré después de tu siesta”. Es importante cumplir con lo prometido.
• Si van a quedar al cuidado de una niñera, es conveniente introducirla gradualmente en la rutina de los niños. Por ejemplo, invitarla un día para juegue con ellos mientras los padres están presentes.
Cuando la partida provoca angustia
• No ignorar la preocupación de sus hijos, esto puede provocar aún más ansiedad y es posible que se vuelvan más “pegajosos” y preocupados.
• No castigarlos, ni burlarse diciéndoles “miedoso” o “bebito”. Esto puede provocar que los pequeños sientan que no pueden recurrir a sus padres cuando están preocupados y por ende, obstruir el desarrollo de una relación de confianza.
• No tratar de evitar las separaciones como medida para evitarles el dolor.
• Dar consuelo, cariño y afecto. Muchos niños erróneamente pueden creer que sus padres se van porque “son malos” o no quieren estar con ellos. Entonces, es importante reafirmar el amor mediante palabras, besos y abrazos. Además, al regreso se puede reservar algo de tiempo para hacer juntos algo especial.
• También se les puede proporcionar un objeto de transición, por ejemplo un oso de peluche o una muñeca.
• Alentarlos para que hagan cosas por sí mismos y otorgarles una responsabilidad, esto los hará sentirse más independientes.
Les agradecemos las consultas, la difusión, y la participación en nuestras actividades. “Prevención – Psicoeducación y Asesoramiento frente a distintas dificultades en las etapas de la vida”
Whatsapp: 3513050518
¡Gracias! ¡Bienvenidos!
